¿Es pecado el que nos aleja de Dios?

  • El 15/02/2025

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Isaías 59: 2 -He aquí, no se ha acortado la mano del Señor para salvar; ni se ha endurecido su oído para oír. Pero vuestras iniquidades han hecho separación entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados le han hecho esconder su rostro de vosotros para no escucharos.

Quiénes son estas personas que todavía predican esto hoy, que predican que es el pecado que nos separa de Dios. ¿De qué pecado hablan ?

Isaías es un profeta del siglo VIII antes de Jesucristo. Al decir estas palabras traídas en este texto, palabras auténticamente inspiradas por Dios, en ese momento, al decir estas palabras, Isaías habla de acuerdo con las ordenanzas y principios del antiguo pacto que Dios mismo había instituido y que eran parte de un plan grande y sabio, pero cuya sabiduría se revelaría sólo 8 siglos después.

Desde entonces, algo ha sucedido y ha cambiado el trato, para nosotros. Las ordenanzas de la ley fueron abolidas porque fueron reemplazadas por una ley superior. La ley del nuevo pacto en Jesucristo, el ministerio de justicia sustituyó al ministerio de condenación.

Hebreos 7: 18-19 - Porque ciertamente, queda anulado el mandamiento anterior por ser débil e inútil (pues la ley nada hizo perfecto), y se introduce una mejor esperanza, mediante la cual nos acercamos a Dios.

La gloria del nuevo pacto es mayor que la del antiguo bajo el cual vivía Isaías. Y tan superior y glorioso es que en comparación el antiguo pacto ya no es glorioso en absoluto. Sólo era necesario. Es lo que se puede leer en 2 Corintios:

2 Corintios 3: 9-10 - Porque si el ministerio de condenación tiene gloria, mucho más abunda en gloria el ministerio de justicia.  Pues en verdad, lo que tenía gloria, en este caso no tiene gloria por razón de la gloria que lo sobrepasa.

¿Qué definición del pecado da el Señor Jesucristo? Él es quien tiene autoridad en el asunto, ¿no? Y si tomemos su definición de pecado.

Juan 16: 7-9 - Pero yo os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré. Y cuando Él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio; de pecado, porque no creen en mí

Por poco más de 2000 años, desde que Jesucristo nació en la tierra, desde que Él murió, resucitó y ascendió a la gloria, este principio (que nuestros pecados nos ocultaban el rostro de Dios); este principio del pacto antiguo es abolido, anticuado.

Antes de Jesucristo, sí, el pecado separaba al hombre de Dios. Los profetas y la ley hablan extensivamente d esto. Pero hoy, entre el hombre pecador y Dios, hay un sacrificio único que ha tenido lugar, que ha sido registrado, aprobado, validado y que, a los ojos del Gran Juez Supremo, ha resuelto definitivamente la cuestión del pecado.

Juan 1: 29 -Al día siguiente vio a Jesús que venía hacia él, y dijo: He ahí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

El sacrificio del cordero de Dios ha tenido lugar y la eficacia de su Preciosa Sangre es eterna, quitando, aboliendo el pecado y por consiguiente aboliendo todas las ordenanzas que se les atribuye.

Hebreos 9:26 -; pero ahora, una sola vez en la consumación de los siglos, se ha (Jesús) manifestado para destruir el pecado por el sacrificio de sí mismo.

Esta es la buena noticia del evangelio y no hay otra y no hay nada que añadir. No es una religión. Es un hecho histórico. Por Jesucristo, quienquiera que sea, Dios te ha reconciliado con Sí mismo por la muerte de Su Hijo, y ahora que lo sabes, no hay nada que pueda alejarte de su rostro o impedir que te escuche, nada que pueda impedirte entrar en una relación con Él y encontrar la paz completa para tu alma, nada si cuando hablas con Dios (y ahora puedes), te recuerdas el sacrificio de Jesucristo, Su Hijo Único y nada más. En 2024 y después, ya no son nuestros pecados los que nos esconden el rostro de Dios y Le impiden escucharnos.

Hebreos 10:16-18 - Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días —dice el Señor: Pondré mis leyes en su corazón, y en su mente las escribiré, añade:  Y nunca más me acordaré de sus pecados e iniquidades. Ahora bien, donde hay perdón de estas cosas, ya no hay ofrenda por el pecado.

Dios ya no se acuerda de tus pecados por causa de Jesús. No lo sabías y tal vez te lo digo hoy. Esta increíble noticia es verdadera y digna de tu consideración.

1 Timoteo 1:15 - Palabra fiel y digna de ser aceptada por todos: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores

Una sangre real fluyó a lo largo de una cruz a la cual fue clavado un inocente, magullado y cubierto de heridas. Fue hace dos mil años y esta sangre se ha esparcido, goteando, sobre el suelo de esta misma tierra en la que tú y yo caminamos cada día. Es la sangre de Aquel se dejó inmolar como un cordero puro y sin mancha.

Y el Evangelio te dice que esta sangre es prueba de que tus pecados, tu rebelión y todo lo que te acusa ante el Dios que bendice abundantemente, fue borrado, destruido y es ahora olvidado. No tienes nada que ofrecer. A la muerte de Jesús, ha habido perdón de los pecados del mundo entero, de todos los tiempos. Sin consideración. No hay ofrendas, excepto la de tu corazón. Sólo empieza a agradecer al Dios que te acepta por completo y pídele Su ayuda para que esta noticia que aprendas se convierta en un Big Bang en tu mente que altera todos tus diseños y transforme toda tu vida. ¡Que la luz sea!

Volvamos a la definición del pecado según Jesús.

Juan 16: 9 - Y cuando Él venga (El Espíritu Santo), convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio; de pecado, porque no creen en mí;

¿Cómo convence el Espíritu Santo al mundo de su pecado? ¿Al mostrarle su pecado, al igual que estos predicadores del antiguo pacto? ¿O como lo haría la ley? ¡No!

El Espíritu Santo convence al mundo de su pecado mostrándole su Salvador, un Salvador que ya ha hecho el trabajo perfectamente, completamente: Jesús, el Salvador de todos los hombres y mujeres de la tierra y de todos los tiempos. Es por esta razón que, aunque vemos el pecado, no sentimos ninguna condenación, sino una mezcla de tristeza y de reconocimiento desbordante

¿Cómo podría uno sentirse condenado cuando uno se da cuenta de que un Salvador nos ha cuidado aun cuando nunca nos hemos interesado realmente en Él?

¿Si ves al Salvador, que puede quedar como sujeto de condenación? Es otra forma de ver el pecado. Vemos el pecado, sí, lo vemos, pero a la luz del Salvador que lo ha borrado. El corazón está lleno de alegría porque ve su pecado por primera vez desde otro ángulo. Desde el ángulo de la salvación plena, concedida. Él ve un pecado muerto, clavado en una cruz, perdonado, olvidado y habiendo perdido todo su poder destructivo y ve sobre todo un Salvador resplandeciente que abre las puertas a la felicidad.

El pecado dice Jesús y sólo queda uno (es la definición actualizada del pecado para nosotros hoy, una definición que reemplaza la anticuada del antiguo pacto), el pecado es que no creen en mí, que no creen en toda la efectividad de lo que he hecho a la Cruz y en toda la eficacia de lo que puedo y quiero hacer hoy en ellos por el Consolador, si me invitan a morar en sus corazones. Y cuando Él venga (El Espíritu Santo), convencerá al mundo de pecado porque no creen en mí.

Apocalipsis 3: 20-21 - He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo. Al vencedor, le concederé sentarse conmigo en mi trono, como yo también vencí y me senté con mi Padre en su trono.